Las confiterías y
pastelerías se engalanan y nos deleitan con sus dulces tradicionales: huesos de
santos, panallets, buñuelos, etc. Elaborados a base de huevos, azúcar, almendras,
piñones, boniato, patata, etc. y dándole un toque especial de rellenos y
sabores variados con nata, canela, chocolate, fresa, vainilla, etc.
Algunos de estos son
sencillos de realizar y otros un poco más complejos. Para facilitar que puedas
realizarlos en casa te doy una receta de buñuelos para que sorprendas a los
tuyos. Ellos te pueden echar una mano, y los más pequeños ¡a disfrutar!
Verás que esta masa es la misma que los petitchoux, únicamente que éstos se cuecen en el horno y los buñuelos se hacen fritos.
125 ml de agua, 50 gr de
mantequilla, 75 gr de harina, 2 huevos medianos.
El procedimiento es el mismo que los petitchoux.
Ponemos en un cazo el agua con la mantequilla. Cuando ésta se haya derretido lo retiramos del fuego e introducimos, de un golpe, toda la harina. Lo mezclamos con fuerza hasta conseguir que la masa esté bien unida (y aquí es donde tenemos que conseguir que no quede ningún grumo en la masa). Tiene que quedar bien consistente. Extendemos esta masa en el mármol o mesa de trabajo para conseguir que se enfríe de una manera más rápida. Una vez fría la volvemos a introducir en el mismo cazo o en un bol. Añadimos un huevo y lo mezclamos con la ayuda de una cuchara de madera o espátula rígida, o bien con las manos (como amasando) a fin de que quede bien mezclado el huevo. Cuando éste ha desaparecido de la masa se introduce el otro huevo. La masa quedará más manejable que sin los huevos, pero consistente. Introducimos la masa en una manga pastelera y con la ayuda del dedo (porque la masa es blanda) ponemos una pequeña cantidad (como una cucharita) en una sartén con abundante aceite caliente. Verás que se inflan y ellos mismos se van dando la vuelta. Cuando ves que están fritos (no muy tostados, pero hechos por dentro) los retiras y dejas enfriar. Una vez fríos los rellenas con nata montada, crema pastelera, etc.
El procedimiento es el mismo que los petitchoux.
Ponemos en un cazo el agua con la mantequilla. Cuando ésta se haya derretido lo retiramos del fuego e introducimos, de un golpe, toda la harina. Lo mezclamos con fuerza hasta conseguir que la masa esté bien unida (y aquí es donde tenemos que conseguir que no quede ningún grumo en la masa). Tiene que quedar bien consistente. Extendemos esta masa en el mármol o mesa de trabajo para conseguir que se enfríe de una manera más rápida. Una vez fría la volvemos a introducir en el mismo cazo o en un bol. Añadimos un huevo y lo mezclamos con la ayuda de una cuchara de madera o espátula rígida, o bien con las manos (como amasando) a fin de que quede bien mezclado el huevo. Cuando éste ha desaparecido de la masa se introduce el otro huevo. La masa quedará más manejable que sin los huevos, pero consistente. Introducimos la masa en una manga pastelera y con la ayuda del dedo (porque la masa es blanda) ponemos una pequeña cantidad (como una cucharita) en una sartén con abundante aceite caliente. Verás que se inflan y ellos mismos se van dando la vuelta. Cuando ves que están fritos (no muy tostados, pero hechos por dentro) los retiras y dejas enfriar. Una vez fríos los rellenas con nata montada, crema pastelera, etc.
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